martes, 1 de junio de 2010

Una inversión para toda la vida



Hoy me siento filosófica, y aunque confieso no saber de filosofía mas que lo básico que me enseñaron en la universidad, creo que las conclusiones de mis pensamientos bien cabrían en este renglón… Al menos hoy.
Sentada en una cafeteria inevitablemente escucho una conversación de dos señoras de unos 40 años de edad, una se quejaba con la otra y le decía que se sentía muy sola la mayor parte del tiempo. Sus tres hijos, adolescentes y adultos jovenes, entraban y salían de la casa antojadisamente, sus vidas ya no la incluían y al igual que su marido, solo sabían decirle “mami tengo hambre”, “estoy rapido” y a veces (si lo recordaban o no llegaban de madrugada), “Buenas noches”.
Ninguno le preguntaba si había comido, si se sentía bien o como le habia ido en el día, todos tenían prisa y no habia tiempo para esas cosas…
Escuchandola, me llego a la cabeza una historia que una vez escuche que hablaba de un hombre ateo que iba todos los domingos a la iglesia y participaba de la misa; Cuando alguien le pregunto porque sin creer en eso iba cada semana, el respondio que estaba haciendo una inversión de tiempo, pues si en realidad existía un Dios que puso todas las reglas que decía la iglesia, él iría al cielo pues aunque no creía, hacía todo lo que la iglesia mandaba y si no existía tal cosa, el no perdio más que algunas horas de su vida.
Pense en esto porque la señora que se quejaba había hecho igual que el señor ateo, con la diferencia de que probablemente ella si se caso creyendo en el matrimonio, pero de igual manera decidio invertir su juventud y sus fuerzas en un matrimonio y una familia para no estar sola…
Porque como dice mi abuela… Los hijos hay que tenerlos para tener a quien importarle cuando te vuelves viejo… O sea, es una inversión, una medida de precaución para evitar el desamparo, el abandono y la temida soledad.
Ese mal que nos lleva a tomar tantas decisiones desesperadas, que por más que le huyamos siempre encuentra la manera de inundarnos el alma, de robarnos las ilusiones y hacer que la esperanza parezca tan imposible.
No estoy en plan pesimista, pero cuando me pongo a considerar las opciones que uno tiene en la vida, el resultado de ninguna parece alentador, en todas nos persigue la soledad y el olvido. No hay matrimonios, hijos, trabajos, bonches o pasatiempos que llenen cada espacio de toda una vida, pero sobretodo nada de eso logra llenar los huecos del alma que a veces duelen, a veces se agrandan…
Lamentablemente no existe una fórmula para vivir con éxito y sin importar que tanto nos esforcemos, ninguno sobrevive a esta tierra y sus males, haciendo parecer que el único fin de la vida es la muerte, pero eso es algo que jamás ninguno lograremos comprender, al menos no mientras estemos vivos.
No sé si realmente estas líneas puedan clasificar como filosofia… Sospecho que no; Si no lo es, me conformo con que sea simple literatura, pues dice el escritor italiano Antonio Tabucchi que la filosofia parece ocuparse solo de la verdad, pero quizas no diga mas que fantasias, y la literatura parece ocuparse solo de fantasias, pero quizas diga la verdad…