domingo, 2 de diciembre de 2012

Un absurdo plan de vida



Tengo 25 años y se siente exactamente igual que tener 24, 22, 19 y demás,  lo único que ha cambiado es que en este punto ya me queda muy claro que la mayoría de las cosas son mentiras.

Mis 25 han sido como ese día en el que te enteras que ni Santa ni los reyes magos existen, que todo lo compran tus padres y que por eso nunca pudiste aquella costosa petición que no estaba al alcance del bolsillo familiar.

Y he caído en cuenta de esto hace algunas semanas cuando mi entusiasta prima de 15 años se acerco a mi llena de energía e ilusión para que la ayudara a decidir que carrera podía ser la mejor para ella.

¨Si estudio ingeniería podría ganar mas dinero y no tendría que trabajar todo el tiempo, entonces podría estar mas tiempo con mi esposo y mi familia en casa. Si estudio arquitectura, tal vez podría trabajar desde mi casa, pero aunque es muy bonito no todo el mundo llama a un arquitecto, los ingenieros son mas imprescindibles¨, este fue el razonamiento de mi joven prima, la cual jamás imagine ya tendría en su cabeza tener una casa, un marido y muchísimo menos el cuidar la calidad de tiempo a dedicarles.

Tuve la tentación de decirle que no planeara tanto, que de esos planes tantas cosas cambian en el camino y uno va dejando los pedazos del corazón en el proceso hasta entender  cual es la realidad de las cosas.

Yo por ejemplo, quería ser una gran profesional, en cualquier cosa que fuera mi vocación (aun no sabia que seria), porque me dijeron que cuando estudias eres importante y ganas buen dinero. Además cuando adquieres un titulo la gente tiene que respetarte… La realidad es que no todos los que estudian consiguen mejores trabajos o puestos en algo afín a lo que estudio, aquellos que si lo logran tienen que pasar por muchas cosas y si, hay bastante de aguante, de irrespeto y hasta de esclavitud en el proceso.

Y en cuanto al sueldo… Habrá mas y menos dichosos, pero en mi caso, me tomo años lograr tener un sueldo decente.

El tema del marido, la casa, los niños, uff… Particularmente, esta parte de la vida ha sido la mayor de las desilusiones, porque es el reto mas grande que cualquiera pueda asumir, pero te lo pintan tan fácil y natural que te sientes una extraterrestre por no verlo así.

A mi nadie me dijo que el amor no era suficiente para que una relación funcionara, tampoco que los hombres y las mujeres por mucho que nos gustemos no dejamos de ser abismalmente diferentes, es increíble que alguien haya decidido que tendríamos que elegirnos como compañeros de camino. ¡Que idea tan desquiciada!.

Encima, hace muy poco me entero, que luego de ser criada con la idea de que yo no existo para resolverle la vida a ningún hombre, dos de mis amigas casadas me dicen que uno debe aguantar bastante para mantener funcionando una relación, hacerse la loca, dejar pasar, llorar a solas sin que ellos se enteren, que no importa que te ignoren, que no te entiendan, que olviden ser cariñosos y detallistas, pero encima de todo esto  hay que tratar ellos encuentren complacencia en nosotras.

El matrimonio es tragar sangre y hierro, me dijo una de ellas. Dándome a entender que si yo tenia la idea del ¨Y fueron felices por siempre¨  o ¨Esto va a ser mejor que ser novios¨ después de la boda, estaba mas que loca y perdida.

¿Cómo proceso esto?, después de 25 años creyendo otra cosa, ¿por qué si esto es así nadie me lo dijo antes?

En fin, un panorama no apto para adolescentes o gente feliz e ilusionada… Quisiera decir que soy yo en mi faceta mas pesimista, pero lamentablemente son cosas que la vida ha ido explicándome a trancazos. Algunas todavía no las creo.

 No, no le diré nada de esto a mi prima, mientras mas pueda conservar sus ilusiones mas fácil se le hará existir. Es mas, ojala vendieran la ilusión por onzas para yo invertir una quincena y comprarme un poco.

Nada es como lo imagine, como lo planee o como yo quisiera, la vida que me toco es mas parecida a una carrera de obstáculos en la que hay que mantenerse corriendo aun cuando se te olvide en el camino porque corres y cual es el sentido, si te extravías analizándolo de inmediato aparece una cerca que saltar solo para que regrese tu concentración en el camino y continúes corriendo.

Yo quisiera poder parar la carrera, aligerar mi equipaje para ir mas cómoda y caminar disfrutando el camino. Todavía no me entero si cuento con esta opción, por el momento sigo corriendo.