lunes, 28 de septiembre de 2009

Una rosa en mi escritorio


Es lunes por la mañana y al contrario de muchos otros lunes, este no me pesó, a pesar de haber hecho mi larga travesía diaria a pie, otro trecho en la incomodidad de un carro público y la persecución del rabioso sol que desbarata cada mañana mis esfuerzos por llegar decente al trabajo.
Una vez más llegue despeinada, sudada y llena de bultos, pero esta mañana en particular algo lo cambió todo, mi cara de ¨jarta de pasar tanto trabajo!¨ se desvaneció con solo verla allí erguida y esplendorosa dándome los buenos días justo encima de mi escritorio. Era una rosa amarilla y sin dudas era para mí… Tenía una notita colgando que decía Yuyita escrito en tinta azul.
Sin importar quien fuera el responsable de la hermosa invasión que había recibido en mí puesto de trabajo, desde antes de abrir la nota para mí ya era un príncipe, porque un hombre que te llena la mañana de un lunes con una rosa no puede ser otra cosa…(Hasta rimó)
Tal vez este exagerando, pero sé que muchas féminas me entienden, porque a pesar de que se lo decimos a diario, se lo dicen las películas y un millón de canciones populares ellos no terminan de entender que las mujeres somos la cosa más tonta para agradar y que necesitamos de esos detallitos en nuestra existencia para inyectarle animo a la vida y sentirnos de alguna manera especiales.
Igual ellos hacen caso omiso a esto y no nos queda de otra que recordar con insistencia aquellos días en que lucharon por conquistar nuestra atención (para luego dejarla perder y querer despues reclamarla).
Una de las mejores cosas de estar soltera es poder gozar nuevamente de los esfuerzos de ellos, aunque el paso del tiempo nos haga desagradablemente más conscientes de lo efímero que suele ser ese deseo de bajarnos la luna y las estrellas.
Sin embargo, no le permití a esos pensamientos arruinarme mi momento y abrí la pequeña notita que se limitaba a dos palabras sin firma: ¡Estas hermosa!
Podría ser Leonardo o el prometedor enamorado del que me habló la bruja.
¡Hay tantas posibilidades!
No he podido dejar de sonreír en todo el día, olvide las contrariedades por las que ultimamente he pasado,olvide el calor que no me deja ni pensar con claridad y el hecho de es un lunes y aun queda toda una semana de trabajo.
No recuerdo la última vez que de verdad me sentí valiosa, pero esa simple rosa me hizo revivir la sensación, me hizo recordar que estoy viva, me hizo sentir mujer…


2 comentarios:

  1. Ayyyy, pero eso no me lo habías dicho Yuyita!! :)

    Que lindo detalles, ojalá las rosas sigan apareciendo en tu vida, lo mereces.

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  2. Jejeje, esa rosa es una metafora, realmente nunca existió...

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