miércoles, 21 de octubre de 2009

Limpieza en casa


Entre las muchas locuras que suelen caracterizar a mi abuela, reconozco en ella la sabiduría que solo el pasar del tiempo le otorga a las personas, además de la existencia de una especie de sexto sentido que posee para reconocer la verdaderas intenciones del corazón de cada quien y hasta para hacer algunas predicciones que, aunque la mayoría de las veces suenan descabelladas, resultan ser tan verdaderas como el calor del sol, de hecho es con la materialización de cada uno de sus pronosticos como toda la familia ha aprendido a respetar sus instintos "sobrenaturales".
Por esta especial habilidad, para mi abuela el ritual de limpieza de fin de año es un asunto tan serio como lo es la misa para el papa. “Hay que mover las energías que rodean a uno empezando por la casa," suele decirme; por eso mover las cosas de lugar, botar lo que ya no es útil y limpiar con mucha agua cada esquina , sin obviar las telarañas, es muy importante.
Pues además de ser un asunto de higiene también es algo espiritual...
Faltan dos meses para que este agridulce año llegue a su fin, sin embargo, siento la necesidad de hacer una limpieza especial; una de esas que empiezan por dentro y luego se externan, una limpieza de esas que aclaran los sentidos y alivian el alma.
No puedo evitar mirar hacia atras y evaluar mi suerte en el 2009 y veo muchas bendiciones y dicha a pesar de tantos pesares... Ni la bruja de la oficina, ni los problemas en casa, ni los líos del corazón o las ganas momentaneas de dejar de existir han podido conmigo, aunque si confieso que arruinaron la armonía de muchos días, también me hicieron crecer un poco más para entender este complicado mundo adulto al que todavía no me adapto (ni siquiera asimilo que mi adolescencia pasó). No importa que al año todavia le resten más de 60 días, yo arranque a hacer mi limpieza por dentro y lo primero que hice fue secar todas las lagrimas que me inundaron el alma para que mi interior deje de ser un lugar tan inhospito que hasta a mi logra alejarme.
Abriré las puertas y ventanas, moveré los muebles, sacaré lo que no sirve, arrancaré las telarañas y perfumaré la casa para que todo lo bueno que llegue tenga deseos y condiciones para quedarse conmigo. Estoy segura de que así será...

No hay comentarios:

Publicar un comentario