domingo, 11 de octubre de 2009

Una mujer de colmadon


Luego de meses de dar toda clase de excusas, escuchar argumentos para convencerme de que estaba en un error y que aparte me hacían sentir antisocial, de alguna manera arrogante y hasta cerrada de mente, ese viernes sorprendí a todas las chicas de la oficina diciéndoles que esa noche si las acompañaría al colmadón.
No estaba muy convencida de mi decisión pero al menos así me quitaría la duda de si estaban ellas en lo cierto y yo muy equivocada al rechazar terminantemente poner un pie en un lugar de esos, en donde mi madre siempre me había dicho que no había lugar para mi.
Todas animadas acomodaron las sillas formando un círculo, de inmediato pidieron la primera ronda de ¨Jumbo light¨ y comenzaron a bromear conmigo por la lucha que les dio convencerme. Apenas pude descifrar lo que decían, porque la música estaba tan alta que no escuchaba mis pensamientos. Por un buen rato me distrajo la gran pantalla de un televisor que estaba en la esquina del local en la cual se veían unos asiáticos danzarines vestidos de naranja en un show que trate de comprender por varios minutos.
Me interrumpieron de mis pensamientos para ofrecerme más cerveza, pero ni había probado la que me habían servido porque la verdad no soy amante del alcohol…
Me toco ir al mostrador para pedir otra ronda de cervezas, pero el colmadero no se percataba de mi presencia y el ruido era demasiado alto como para que con un simple llamado me escuchara, tuve que gritar a toda voz que me diera tres cervezas más, mientras lo esperaba los ojos indiscretos de un hombre espantoso que estaba parado a mi lado se detuvieron en mis pantalones para subir despacio hacia mi cara, de inmediato apareció una morena regordeta, con ropa dos tallas mas pequeñas a las que le correspondían y una actitud agresiva en los ojos, lo abrazo mientras me miraba como diciéndome ¨ten mucho cuidado que el es mío ¨.
Cuando llegue a la ronda solo una de las chicas estaba sentada pues todas las demás se habían ido a bailar a la improvisada pista de baile que salía a la calle, donde los pasos eran tan candentes que no dejaban mucho a la imaginación o a las ganas de los bailarines.
El contagioso merengue que tenía a todos ¨brillando la hebilla¨ dejó a la mitad del colmadón con el pie en el aire cuando de pronto la vellonera cambió el ritmo a una bachata estrepitosa de un hombre que le cantaba a una mujer asegurándole que ellos iban a terminar colgando la ropa en el mismo tendedero y que ella tendría un hijo igualito a él. Al escucharlo pensé ¨!Que pesadilla esa de que un hombre venga a azararle la vida a una asegurándole que uno será una especie de esclava personal con título de señora!, Y al parecer este pensamiento fue como una invocación a lo no deseado pues justo en ese momento llegó uno de los dependientes del colmado con una botella de cerveza en mano diciéndome que el señor de la esquina me enviaba la bebida y me dedicaba la canción.
De pronto me imagine siendo justo lo que la canción describía y frecuentando este tipo de lugares para que, al igual que la morena de ojos amenazadores, ¨cuidar lo mío de cerca¨. Esa iba a ser mi nueva vida e ir al colmadón mi nueva manera de esparcir la mente después de una semana de ardua faena, entre las que se incluía lavar la ropa de mi entonces marido y cuidar de la versión miniatura de él, que además me tocaría parir.
Sin decirle nada a las muchachas tome mi cartera en un brazo y con la botella obsequiada en la otra mano me dirigí a mi pretendiente para dejarle la bebida en la mesa y decirle ¨No gracias¨ y salir presurosa de aquel lugar.
No es que tenga aires de superioridad o de ¨fruta fina¨, es que no estoy ¨configurada¨ para esos ambientes, menos aun para el tipo de pretendientes que se encuentran allí.
Es más ni me importa lo que digan, yo no soy una mujer de colmadón y eso es irrevocable.

2 comentarios:

  1. Considero q estabas muy estresada evaluando todo a tu alrededor y pensando demasiado, como buena dominicana debiste relajarte y divertirte con tus amigas, ignorar las cosas desagradables q se puedan ver como el tipo k te mando la cerveza q seguro era un moreno barrigon to sudao de esos k no salen del colmadon a ver si pican algo e intentan ligar asi, pues su primitiva formacion les dice q al ofrecerle bebida a la mujer ya la mujer creera q el tiene algo de dinero y no es tacaño y hay muchas q si funcionan asi. Son cosas q las dominicanas ya las conocemos y la mayoria las ignoramos, Es costumbre dominicana sentarse en el colmado a hablar y relajarse y si te crees q es algo inculto, en MADRID donde vivo, se hace lo mismo solo q en vez de colmadon es un bar restaurant, hay 2 por cada esquina y viven llenos, el ambiente en si es muy parecido a lo q hacen los dominicanos en el colmadon estar bebiendo y hablando con amigos, tv alrededor y algunos por la noche son tipo pubs (dnd se baila de todo tmb), la vida se trata de compartir y ser feliz, no se puede analizar todo de una manera tan critica ya que asi no disfrutas nada pues todos los ambientes tienen su pro y contras!

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  2. Me gusta tu punto de vista, yo tambien he pensado muchas veces que analizo demasiado las cosas y por eso hay muchas cosas que pierden sentido...
    Gracias por tu consejo Smarlin, que bueno saber que desde España me sigues!

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