domingo, 3 de enero de 2010

Cena con un millonario fugitivo


Cuando Dorita conocio a Felipe, penso que había encontrado el hombre ideal para mi, ni
siquiera espero a llegar a su casa para dejarmelo saber. Se paso toda una semana hablandome el susodicho, ennumerandome todas las cualidades que lo hacian tan adecuado para ser mi compañero. Convencerme para que saliera en una cita doble en la que "casualmente" nos conoceríamos, se convirtio en su mision a partir de aquel día.
A mi eso de las citas a ciega nunca me ha llamado la atención pues corres el riesgo de tener
que pasar una noche junto a una persona que te desagrada más de lo que puedes explicar, por
eso le dije que no cada vez que me lo propuso. Ella hizo caso omiso a mi respuesta y se aparecio la noche del sabado en mi casa para que nos fueramos a cenar todos juntos.
Una hora despues de llegar al restaurant todavia estabamos esperando a que "el cuarto
elemento" apareciera, mientras tanto me toco "aguantar gorro" como tremenda mexicana y ser
vista como la tonta que estaba junto a dos ansiosos enamorados que no podían reservar sus
manifestaciones afectuosas para la intimidad.
Justo cuando ya la verguenza no me dejaba aguantar tantos besos y apretones frente a mi,
hizo entrada "el protagonista de la noche" luciendo tan espectacular como lo habia descrito Dorita. Tan pronto como se sentó en la mesa se apoderó de la atención de todos, el tipo era la alegría en persona, se daba a querer en un instante. Con una personalidad así y un aspecto tan agradable, me costaba creer que pudiera estar soltero, algo no me dio buena espina...Sin embargo, al final de la noche Felipe me sorprendio invitandome a salir al dia siguiente, solo nosotros dos, y sin pensarlo ni un segundo le dije que si.
Desde que amanecio comenzaron a llegar sus mensajes a mi celular, me hizo mas de cinco propuestas para ir a diferentes sitios, todos muy caros y exclusivos, además de una visita al cine.
A la hora de nuestro encuentro, el jevo se apareció en un lujoso vehículo que parecía destellar y me llevo al más chic y costoso restaurante de la ciudad, donde nunca en mi vida imagine pondría siquiera un pie. Allí trato con mucha confianza al camarero, como si frecuentara el lugar y hasta me sugirió lo que consideraba la especialidad del chef.
Los precios eran altísimos (y la carta no incluían los itbis) calculé que minímo tendría que pagar unos cinco mil pesos por una pasta y un filete de pescado, pero eso parecia no importarle.
Muy ameno y natural me hablo de la villa que tenía su familia en Casa de Campo, me insistió en que debia acompañarlo a ver un atardecer en La Marina del mismo lugar. Me conto sobre su más reciente viaje a Miami y la necesidad que siente de cambiar el vehiculo frecuentemente.Todas aquellas historias se cortaron cuando la cuenta llego a la mesa indicando que el monto total hacían unos siete mil pesos.
Felipe comenzo a buscar su cartera en cada bolsillo de su atuendo, no encontro nada, dijo que revisaría el carro y al regresar me dio la penosa noticia de que había dejado la cartera en la casa. Ya la gente comenzaba a mirarnos, el camarero no se despegaba de la mesa, sospechando que tendría que llamar a seguridad para sacarnos presos, así que no me quedo de otra que sacar la tarjeta de credito y decirle "no importa", para que no se sintiera peor de lo que parecía estar. Todo el camino me repitió una y otra vez que nunca le habia sucedido nada igual, me llevo a mi casa y me prometió volver en cuanto antes con el dinero en manos, pero lo espere en vano, nunca más regresó.
Le pregunte a Dorita y a su novio por él mil veces, pero no me supieron dar razones de su paradero. Yo me di por vencida y me resigne a haber perdido siete mil pesos de la manera más absurda que pudiera imaginar.
Justo hoy me entere que el millonario fugitivo con el que fui a cenar es el guardian (o sea, "el guachi") de una gran residencia en uno de los sectores más caros de la ciudad y que el vehículo en el que me habia ido a buscar, era uno de la casa que cuidaba, al igual que la ropa que lució con tanta elegancia. Felipe aprovecho el viaje de los dueños de la casa para ser millonario por un día y hacerme más pobre a mi...

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