domingo, 3 de enero de 2010

Enamorada en la Plaza Mayor


Todos los dias a las diez de la noche tengo una cita con el, nos conocimos hace par de
semanas por un chat room y desde entonces se ha convertido en lo mejor de mis dias, la parte
mas anhelada de toda mi rutina diaria. Dice que soy la mujer mas autentica que ha conocido, que tengo gran sentido del humor y que debo de ser tremendamente bella... La verdad es que no creo que este muy equivocado. Me paso los dias como tonta enamorada, pensando solo en el y aunque nos separe un oceano, hasta me he llegado a imaginar abandonando la media isla en la que resido para pasear agarrada de la mano en el viejo continente.
Me atrevi a confesarle mi ilusion a Lolita y la primera pregunta que me lanzo fue "Y se ve bien?".
La verdad es que no lo se, quedamos en que ninguno enviaria fotos al otro (idea mia) para simplemente conservar la amistad cibernetica sin que entraran en juego otros intereses... Lo que nunca me imagine es que terminaria pensando en el dia y noche y que ambos nos
compenetrariamos de la forma en que lo hicimos...Pense que la agradable sorpresa era asunto del destino y que al parecer seria una mas de las consiguen el amor de su vida a traves de la web.Ya me comenzaba a picar el mosquito de la curiosidad desde hacia dias, pero cuando no supe que responderle a Lolita me nacio una urgencia incomprensible de ponerle un rostro a las
letras que cada noche me hacian suspirar.Tres dias tarde para tratar de hacerle la peticion, el miedo de romper la magia de lo que teniamos me atemorizaba mas que nada, pero termine convenciendome de que me llevaria la mejor de las sorpresas porque hasta el momento todo habia salido mucho mejor de lo que me imagine."Podriamos intercambiar fotos?", le escribi en el chat box.
Treinta segundos despues respondio escribiendo "Por que no mejor nos conocemos las voces
primero?, asi nos vamos descubriendo poco a poco"Acepte su propuesta, me parecia mas emocionante. Le di mi telefono y espere.
El llamo treinta minutos mas tarde, cuando consiguio una tarjeta de llamada. Su voz era gruesa y muy adulta, su hablar casi incomprensible para mi. Pusimos par de temas, nos hicimos algunas preguntas y luego llego el incomodo silencio. A la tarjeta aun le quedaban 25 minutos y ya no tenia nada que decir.Me senti nerviosa, comence a sudar y a dar gracias (en mis adentros) porque el encuentro habia sido telefonico y no personal.
Al escuchar su voz, desaparecio la imagen del joven de treinta y tantos anios, con acento
encantador y miles de historias que contar, cambie esa imagen con la de un hombre de algunos
cincuenta anos, con canas y algunas libras demas, buscando a una chica de un
paisito subdesarrollado que estuviera dispuesta a cualquier cosa con tal de irse a probar
mejor suerte en Espana."Puedo hacerte una pregunta indiscreta?," le dije."Si claro""Cuantos anos realmente tienes?""Pues, tengo cincuenta y cuatro anos, que me dices de ti, supongo que tu tampoco tienes los
22 anos que me dijiste, cierto?"
Justo en ese momento me di cuenta que habia olvidado la primera regla para cualquier
internauta: no decir nunca la verdad.Yo habia sido sincera y habia creido cada cosa que me dijo... Error 750, Yuyita.Todavia no termino de aprender a no fiarme de las personas.Mi ciberilusion se fue al cano en unos cuantos segundos. Confieso que extrano tener con quien conversar en las noches, extrano a mi prospecto espanol y las imaginarias manos que se entrelazarian a las mias mientras paseaba por la Plaza Mayor de mis suenos...

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